Sentir el
amor … energía universal que vibra a la velocidad de la luz por su armonía, es
una decisión , aprender a dejar de distorsionar la realidad en diversas formas
del amor , es algo que nos compete para llegar a sentir la verdad dentro de
nuestros corazones . Sentir como se siente el amor , es dejar fluir la energía,
para que se cumplan las leyes que mantienen activo al universo entero .
Para conectar con la frecuencia del amor
incondicional dejaremos que el universo nos guie para saber que se siente hacer
aquello que queremos , entrar en un ejercicio de meditación o silencio nos
ayudara a sentir la energía original o
el concepto del origen. En ese origen se encuentra la verdad de aquello que sentimos
debemos experimentar, como seres almicos
y manifestar , llegar a sentir de una forma muy profunda la posibilidad de saber
que es permitido vivir aquello y reconocernos merecedores, y flexibilizarnos para dar paso a
la energía del amor, que nos acompañará en la nueva forma del diseño de
nuestras vidas .Hacer crecer el amor que llevamos dentro es la manera más efectiva
para activar los deseos y propósitos que
aspiremos crear-
Para conectar
con la frecuencia del amor incondicional dejaremos que el universo nos guíe para saber que se siente hacer aquello que queremos. La posibilidad de que un
universo nos guíe es muy amplia y a la
vez cierta .
La forma o
manera en que un universo nos guía es cuando nosotros nos ponemos en el
observador de aquellas señales que nos demuestran el camino correcto o por el
contrario el equivocado. Para ver estas señales
y saber que son signos notorios , es importante sentir que
se siente , como se registra algo especial al atravesarlos o encontrarnos con
aquello que nos resonó como especial o distinto al universo ya vivido . Números,
letras y geometrías, están a nuestro servicio para crear nuestros propios
símbolos u oráculo personal .
Aquí comienza
una nueva ley universal , la ley de la sincronicidad de una vida compartida con
otros en unidad con todo lo que nos rodea siendo perfecto el lugar que ocupamos
en cada situación . La sincronicidad nos permite vivir las conexiones acausales.
C. G. Jung intenta dar cuenta de una forma de conexión entre fenómenos
o situaciones de la realidad que se enlazan de manera acausal, es decir, que no
presentan una ligazón causal, lineal, que responda a la tradicional lógica
causa-efecto.[1]
La vida cotidiana se presenta como un hecho,
como algo concreto, para cada uno de nosotros es una cosa muy palpable, pero en
este proceso donde la realidad se hace palpable entra en movimiento la
interpretación que yo tengo de la realidad, que mi interpretación la hace
“real”. Por lo tanto este mundo
coherente tiene para cada uno de nosotros una interpretación subjetiva del
mismo, proceso por el cual la magia de la vida se convierte en “lo real” y por
lo tanto en parte de mi mismo. “La realidad de la vida cotidiana se me presenta
además como un mundo intersubjetivo, un mundo que comparto con otros y donde mi
vida depende de esta interacción. [2]
Ser los
observadores de la realidad , nos implica estar en tiempo presente y atentos a
los sucesos y secuencias que en medio de un mar de emociones logremos descifrar.
Aquellos
códigos que la consciencia guarda , nos llevan por lugares inesperados por la
mente, y muchas de las veces esperados por el corazón en el instante que logramos armonizarnos con la realidad interna
y con la verdad que sentimos , es entonces cuando el diseño se transforma en un
escenario y solo queda disfrutar.
Analia V. Santamaria
